
115 años de Gran Vía
Comenzamos nuestro repaso por la historia de la Gran Vía recordando precisamente las obras de esta estación, que empezaron en 1917 en la conocida como Red de San Luis. Formaba parte de la primera línea de Metro, que conectaba Sol y Cuatro Caminos y que entró en servicio dos años después, el 17 de octubre de 1919.
Antonio Palacios, el arquitecto de Metro, diseñó para esta estación un templete que abrió al público en 1920. Albergaba el ascensor y estuvo en servicio hasta 1970, cuando fue desmantelado. En la actualidad la estación cuenta con una réplica en la confluencia con la calle Montera.
En su siglo largo de vida la Gran Vía, y cómo no su estación de Metro, han sido testigos del devenir de la ciudad, que nos ha dejado estampas tan impactantes como esta: un zepelín sobrevolando el centro de Madrid en 1930:
Han sido muchos los fotógrafos que han retratado el día a día de la que con el tiempo se ha consolidado como una de las calles principales de Madrid, como Catalá Roca.
Y después de tanto blanco y negro no podemos despedirnos de este repaso histórico sin un toque de color. Así era la estación en los años 80 y así es ahora. ¡Encuentra las diferencias!
Y es que tras una ambiciosa remodelación la estación de metro de Gran Vía se ha convertido en la estación 4.0., la más moderna de la red.
En la actualidad la estación cuenta con un vestíbulo de 2.000 metros cuadrados y es plenamente accesible. En concreto, dispone de 4 ascensores, 13 escaleras mecánicas, 14 máquinas de venta de títulos de transporte y 17 tornos de entrada de estética futurista. Además, dispone de un espacio museístico que recoge los restos arqueológicos aparecidos durante las obras.
¿Ya la has visto?