Interior de la estación de Metro Barrio de la Concepción en una imagen de archivo

El primer estirón de la L7 cumple 50 años

Hace medio siglo, el 18 de marzo de 1975, entraba en servicio el nuevo tramo de L7 entre Avenida de América y Pueblo Nuevo. Constaba de casi 3 kilómetros y 5 estaciones y era la primera ampliación de esta línea, que había sido inaugurada el verano anterior.

La L7 se hacía así poquito más grande y daba servicio a los vecinos del Barrio de la Concepción y el Parque de las Avenidas, alcanzando en total las 10 estaciones. Se trataba de una línea diferente a las demás, puesto que sus andenes pasaban a medir 115 metros, en vez de los 60 o 90 anteriores. Además, introducía en la red el gálibo ancho, que permitía incorporar trenes de mayor anchura y, por tanto, más capacidad.

En concreto, a la L7 se incorporaron los trenes 5000, que contaban con el doble de asientos que los 1000.

El libro ‘Metro de Madrid 1019-2009. Noventa años de historia’, de Aurora Moya, recoge una curiosa anécdota ocurrida en 1973 durante la construcción de este tramo: un conductor despistado accedió por error al túnel a través de una rampa de trabajo situada en la confluencia de la Avenida de América con Francisco Silvela y una vez allí se cruzó con el nieto del fundador de Metro, Carlos Mendoza, que se encontraba visitando las obras. Confundido, le preguntó si por ahí se iba a Barcelona y él le respondió: «No, por aquí se va a América».

En la actualidad la L7 recorre de más de 19 kilómetros y consta de 23 estaciones entre Las Musas y Pitis, a las que en 2007 se sumó el llamado MetroEste con cabecera en Estadio Metropolitano, y registró casi 48 millones de viajeros el año pasado.