
¡Felicidades, Gran Vía!
06/04/2022 - Comenzamos por las obras de la propia estación, que empezaron en 1917 en la conocida como Red de San Luis. Formaba parte de la primera línea de Metro, que conectaba Sol y Cuatro Caminos y que entró en servicio dos años después, el 17 de octubre de 1919:
La llegada del metro a la Gran Vía supuso también la incorporación a la misma de uno de sus iconos más famosos: el templete diseñado por Antonio Palacios para albergar el ascensor. Aunque fue desmantelado en 1970, desde el pasado verano madrileños y turistas podemos disfrutar de una réplica en la confluencia con la calle Montera. ¿Aún no la has visto?
En su siglo largo de vida la Gran Vía, y cómo no su estación de Metro, han sido testigos del devenir de la ciudad, que nos ha dejado estampas tan impactantes como esta. ¡Un zepelín sobrevolando el centro de Madrid en 1930!
Han sido muchos los fotógrafos que han retratado el día a día de la que con el tiempo se ha consolidado como una de las calles principales de Madrid, como Catalá Roca, al que debemos joyas como éstas, tomadas en los años 60.
No queremos despedirnos de este repaso histórico sin un toque de color. Así era la estación en los años 80. Hemos cambiado un poco, ¿a que sí?
¡Y lo que nos queda! De momento, además de recuperar su templete, la estación de metro de Gran Vía ha sido objeto de una ambiciosa remodelación que la ha convertido en la más moderna de la red.
Gracias a estos trabajos, en la actualidad la estación cuenta con un vestíbulo de 2.000 metros cuadrados y es plenamente accesible. En concreto, dispone de 4 ascensores, 13 escaleras mecánicas, 14 máquinas de venta de títulos de transporte y 17 tornos de entrada de estética futurista. Además, un espacio museístico recoge los restos arqueológicos aparecidos durante las obras.
¡No te la pierdas!