
La estación del mes: Cuatro Caminos, Líneas 1, 2 y 6
Cuatro Caminos forma parte del primer tramo de ocho estaciones que abrió sus puertas al público durante la inauguración de Metro en el año 1919. Un siglo después, sigue siendo una de las estaciones más importantes de la red del suburbano madrileño. Además, ostenta un curioso récord, ya que se trata también de la más profunda. En concreto, los andenes de la línea 6 se encuentran a unos 45 metros de profundidad, lo que equivaldría a la altura de un edificio de quince pisos. Sin embargo, no hay problema a la hora de llegar a la superficie, ya que es una estación completamente accesible, dotada tanto de escaleras mecánicas como de ascensores.
Al margen de curiosidades como esta, podemos afirmar que Cuatro Caminos está llena de vida. Cada día, pasan por sus andenes, pasillos y vestíbulos casi 80.000 personas, que se dirigen a las líneas 1, 2 o 6 para realizar sus desplazamientos. Además, tras un proceso de modernización y mejora que culminó en 2022, se han renovado sus instalaciones. Se han cambiado los revestimientos, se ha aumentado el número de interfonos y se ha mejorado tanto la megafonía como la cartelería digital. Todo para facilitar y hacer más cómodos los viajes de los usuarios.
Aprovechando todos estos cambios, también se ha instalado un mural de más de cinco metros de ancho y casi tres metros de altura en el distribuidor de las líneas 1 y 2. Es un montaje panorámico con los elementos arquitectónicos más importantes de la zona bajo la que se encuentra la estación, con la intención de explicar la evolución urbana que ha experimentado el barrio a lo largo del tiempo.
Por otro lado, en el andén de la línea 2 nos encontramos con un gran mural de casi 60 metros de longitud, que representa un viaje en el tiempo por la historia, tanto de Metro, como de la propia ciudad de Madrid. Se trata del interior de un tren donde se observan distintas escenas. Desde viajeros vestidos con trajes de época, a personajes ambientados en la década de los 70, o imágenes más actuales, como la de una familia que conversa y una joven que sujeta la correa de su perro mientras observa su móvil.
Sin embargo, uno de los elementos que más destaca de la estación no se encuentra bajo tierra, sino en la superficie, junto a uno de los accesos. Es la recreación de un tótem, un elemento ornamental que antiguamente se colocaba en las inmediaciones de las estaciones de Metro y que se usaba para señalizar su ubicación y que fuera visible desde lejos.