
Líneas con arte: la línea 1, un viaje entre el pasado y el futuro
13/07/2022
Pinar de Chamartín
Comenzamos desde el norte en la estación de Pinar de Chamartín, donde la naturaleza se cuela en el Metro gracias a un gran mural, de nada menos que 25 x 5 metros, que representa el pinar original de la zona que da nombre a la estación. Es obra de Sergio Gil García.
En ella también encontramos un antiguo tranvía de los que circularon por Madrid durante buena parte del siglo XX y con el que se rinde homenaje al moderno metro ligero que parte precisamente de esa estación. Una curiosidad: este tren, que se encuentra perfectamente conservado, cubría el trayecto entre Serrano y Sol.
Chamartín
Nuestra siguiente parada se encuentra en la estación de Chamartín, donde podemos sumergirnos en un mar de luz gracias a una impresionante cascada bautizada como “Iguazú”. Sus autores, Vicente Patón y Alberto Tellería, se inspiraron en la luz que inunda los ábsides catedralicios, sustituyéndola en este caso por una luz artificial en constante movimiento que acompaña a los viajeros en su descenso por los diferentes niveles de la estación.
Los amantes de las letras encontrarán también en esta estación una frase de “Rayuela”, de Julio Cortázar: “Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”. Se trata de un mural muy especial, porque fue realizado en 2016 por el colectivo Boa Mistura con la ayuda de 60 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
También la estación de Chamartín acoge uno de los museos de Metro de Madrid, que alberga trenes clásicos que fueron restaurados con motivo de la celebración del Centenario de la compañía en 2019. La visita es gratis y merece la pena, pero recuerda que es necesario reservar plaza.
Plaza de Castilla
Seguimos en la línea 1 y nos bajamos en Plaza de Castilla, donde un mural del ilustrador valenciano Paco Roca rinde homenaje a los mayores, uno de los colectivos más afectados por la COVID-19.
La obra tiene 8 metros de ancho y 1,90 metros de alto y refleja una escena de la vida cotidiana en un parque con los mayores como protagonistas.
Cuatro Caminos
En Cuatro Caminos encontramos varios elementos decorativos, entre los que se encuentra un mural realizado en cemento que representa el rostro de un toro.
Tras la reciente remodelación de la estación, a él se han unido otros dos muy diferentes realizados por DNA estudio: un montaje panorámico sobre las vistas de Bravo Murillo y un tren que representa un viaje en el tiempo por la historia de Metro.
Además, si salimos al exterior encontraremos una réplica del tótem diseñado por Antonio Palacios que en 1919 para señalizar el acceso a algunas estaciones.
Ríos Rosas
Seguimos nuestra ruta en una estación muy literaria. Es la de Ríos Rosas, dedicada a Galdós, en la que se reproducen varias citas de su obra Fortunata y Jacinta, cuya trama se desarrolla en Chamberí.
Iglesia
Y llegamos a Iglesia, donde en cada uno de los andenes se reproducen cuadros de Joaquín Sorolla, como ‘La bata rosa’ o ‘Saliendo del baño’, en el 1, y ‘Pescadoras Valencianas’ en el 2.
Bilbao
En la estación de Bilbao nos recibe un gran mural realizado en mosaico que representa un puente. Además, en 2020 se recuperó un mural centenario compuesto por azulejos, en el que se publicitaban unos talleres de reparación de radios y que constituye un importante ejemplo de los anuncios de la época.
Gran Vía
Dentro de las obras de remodelación de la estación de Gran Vía que concluyeron en 2021 se recuperó en el exterior el templete original de Antonio Palacios, que también se representa en un mural de cerámica en el vestíbulo realizado por Miguel Durán-Loriga Rodrigáñez.
Además, esta estación aloja un pequeño museo con los restos arqueológicos aparecidos durante las obras de excavación y ampliación, entre ellos un antiguo escudo de Madrid, toda una rareza.
Sol
En esta céntrica estación encontramos dos esculturas: una que rinde homenaje a Miguel Otamendi, Antonio González Echarte y Carlos Mendoza, los tres ingenieros fundadores de Metro de Madrid, y otra que representa estrellas que hoy simbolizan a Madrid y que recuerdan a las siete estrellas del antiguo Ayuntamiento.
Tirso de Molina
Tirso de Molina acoge la manifestación artística más antigua que se conserva en la red: el vestíbulo original de 1921. En él encontramos un escudo de Madrid sobre un mosaico de azulejos blancos y azules enmarcado por cenefas con suaves motivos decorativos.
Estación del Arte
Esta estación es la más cercana a los principales museos de Madrid -el Museo Nacional del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Museo Thyssen-Bornemisza- y acoge en sus pasillos, andenes y vestíbulos una serie de 36 vinilos que reproducen 12 de sus obras más importantes. Entre ellas destacan Guernica, de Picasso, Chicos en la playa, de Sorolla, o Enrique VIII, de Hans Holbein el Joven.
Pacífico
Como Tirso de Molina, esta estación de la L1 también conserva el vestíbulo original, en este caso de 1923, año en que se inauguró la estación, en el tramo de prolongación de Atocha a Puente de Vallecas. Está abierto al público con visita guiada y en él podemos observar todos los elementos ornamentales del diseño original de Antonio Palacios.
En el exterior también podemos visitar la antigua Nave de Motores de Pacífico, construida entre 1922 y 1923, y restaurada en 2008, que conserva tres enormes motores diésel y el resto de la maquinaria que en su día sirvió para generar y transformar la energía con la que funcionaban los trenes.
Si quieres visitar tanto el vestíbulo como la Nave de Motores puedes reservar tu entrada en estos enlaces.
Buenos Aires
Seguimos nuestra ruta en la estación de Buenos Aires, donde encontramos un gran mural de vivos colores, realizado por Laura Colina, que representa una composición marina y otro más pequeño que reproduce un verso de Jorge Luis Borges dedicado, precisamente, a la fundación de la capital argentina: “Me sabe a cuento que se fundase Buenos Aires, la juzgo tan eterna como el mar y el viento”.
Alto del Arenal
En esta estación se conserva un coche clásico similar al que se puede visitar en la exposición de trenes clásicos de Chamartín, concretamente el R-122, del tipo “Quevedo”, que circuló entre 1925 y 1931. También acoge un gran mural de Carmen Castillo realizado con 15 espejos convexos a modo de panel de monitores, que reflejan el trasiego diario de las escaleras y el vestíbulo de la estación y reproducen las tres sílabas que componen el nombre del barrio de Vallecas.
Miguel Hernández
En la estación que lleva su nombre podemos leer algunos versos del genial poeta Miguel Hernández, entre los que encontramos referencias a su Orihuela natal y a Madrid, así como su biografía.
Por otro lado, preside la estación un colorido mural de Paola León que representa al hombre que piensa y lee, tranquilo, mientras un gran reloj marca las horas y otros personajes corren.
Chamberí
Cerramos nuestra ruta por la L1 en Chamberí, una estación que formó parte de la primera línea de Metro pero que se cerró al público en los años 60 y que hoy acoge uno de los principales museos del suburbano. Se la conoce como la estación fantasma y tiene un encanto especial, por lo que ha servido de inspiración para diferentes novelas y películas y ha sido escenario de diferentes rodajes.
Como en el resto de museos de Metro, puedes reservar tu visita aquí.
¿Te has quedado con ganas de más? Pues no te pierdas nuestra guía cultural, un recorrido por todas las manifestaciones artísticas de las que puedes disfrutar en Metro de Madrid, al que también puedes acercarte a través de nuestro podcast 'Arte en Metro'.