
¡Pasen y vean, el Madrid más insólito llega en Metro!
Parafraseando a Forrest Gump, Madrid es una como caja de bombones en la que sabes que todos sus dulces, sin excepción, están buenísimos. Y hay ‘bombones’ realmente insólitos, sitios especiales que a veces pasan desapercibidos, pero que guardan un gran interés por su carácter sorprendente y en algunos casos excepcional.
Dicen que en Madrid tenemos de todo, ¿no? Tanto es así que disponemos hasta de una entrada a la Umbraesfera. ¿Y qué es la Umbraesfera?, te preguntarás. Pues… ¡atención, porque esto no te lo esperas! La Umbraesfera es un lugar oculto de ficción donde reina la oscuridad, con una puerta de acceso directo en Madrid, en la convergencia de la calle Tudescos con la Plaza de la Luna; una puerta que conecta 'directamente' nuestro planeta con un universo paralelo lleno de criaturas que no se ajustan a las leyes físicas conocidas. ¿Asombroso, desconcertante…?
Si te interesa esta historia, tienes una visita obligada a la popular 'Plaza de la Luna' -que en realidad se llama Plaza de Santa María Soledad Torres Acosta- (estación de Callao, L3). Allí podrás ver una misteriosa placa que te ofrecerá algunas pistas sobre esta sobrenatural puerta y el universo que está por desvelar.
Continuamos nuestro viaje en el Panteón de los Hombres Ilustres, también conocido como el Panteón de España, un cementerio tan bello como desconocido en el que podemos contemplar los monumentos funerarios de algunos de los más importantes políticos españoles de finales de siglo XIX y principios del XX. A lo largo de su historia, aquí han estado enterradas celebridades como Eduardo Dato, Cánovas, Ríos Rosas y Sagasta, entre otros.
El panteón ocupa un edificio imponente, con techos muy altos, y con un claustro central que aporta una gran iluminación y solemnidad a las salas. El edificio, de estilo neobizantino, fue construido entre 1892 y 1899 en el solar de la antigua basílica de Nuestra Señora de Atocha con un proyecto del arquitecto Fernando Arbós. Puedes encontrarlo en la calle de Julián Gayarre, 3 (estación de Menéndez Pelayo, L1). Si planeas visitar el panteón, puedes conseguir información extra en la web de Patrimonio Nacional.
Toca adentrarse ahora en el siempre inquietante mundo del crimen. En el Museo Profesor Reverte Coma de Antropología Forense y Criminalística encontraremos instrumentos tan terribles como un garrote vil, una colección de 800 cráneos, momias, piezas de casos judiciales… El museo tiene 1.500 piezas pertenecientes a varios ámbitos científicos como la odontología forense, la criminalística, la antropología forense, la etnobotánica y las momificaciones históricas, entre otros.
Si te interesa el tema, puedes ampliar la información en este reportaje de Telemadrid:
¡Y a pasar un poquito de miedo! Puede visitarse en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, en la Plaza de Ramón y Cajal (estación Ciudad Universitaria, L6).
Y del mundo del crimen damos el salto al mundo demoníaco, concretamente al que podemos ver con toda tranquilidad en el Parque de El Retiro. Allí encontramos una estatua dedicada al mismísimo Lucifer, ¡la primera del mundo! La escultura del Ángel Caído es obra de Ricardo Bellver y está ubicada justo a 666 metros sobre el nivel del mar. Recuerda que puedes llegar hasta ella desde las estaciones de Retiro (L2) y Menéndez Pelayo (L1). Sorprendente, ¿eh?
Nos vamos de viaje a África sin salir de Madrid. Sí, en nuestra ciudad tienes la posibilidad de hacer toda una inmersión en la historia de este bello continente gracias al Museo Africano Mundo Negro. Este museo cuenta con una gran colección de piezas que te ayudarán a comprender las costumbres y creencias de sus tribus y antiguos reinos. ¿Quieres un aperitivo de esta propuesta? Mira este vídeo:
Acércate al Museo Africano desde nuestra estación de Arturo Soria, en L4.
Viaje al medievo
Y ahora nos trasladamos hasta Barajas y no para ir al aeropuerto precisamente. Esta vez vamos a conocer el Castillo de la Alameda, un monumento medieval del siglo XV que ha sido restaurado y convertido en museo. Es uno de los pocos ejemplos que conservamos en Madrid de la arquitectura militar del pasado siglo XV; fue construido como castillo señorial y se ubicaba entre las aldeas medievales de la Alameda y Barajas. Su primer morador fue el señor de Barajas, Juan Zapata, y más tarde se transformó en un palacio renacentista y en una de las villas de veraneo de la aristocracia madrileña. Durante la Guerra Civil se empleó como fortín del bando republicano. Como puedes ver, el Castillo de la Alameda tiene una historia interesante y está muy cerca del metro (estaciones de Alameda de Osuna y El Capricho, L5).
Ahora sí, llega el momento de llevar esta propuesta de sorpresas ‘made in Madrid’ hasta las alturas. Si te van las proezas aéreas, tu sitio se llama Museo del Aire o Museo de Aeronáutica y Astronáutica. Está situado cerca del Aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos y dispone de 66.938 metros cuadrados, con 7 hangares y 200 aeronaves de todo tipo, desde una treintena de aviones y helicópteros hasta motores, simuladores, maquetas y muchos materiales sobre el patrimonio histórico de la aeronáutica española.
Y recuerda, nuestra estación más cercana es Cuatro Vientos, en L10.
Para terminar, te proponemos adentrarnos en otra institución singular y poco conocida: el Real Observatorio de Madrid. Se encuentra donde menos te lo esperas, en pleno corazón de Madrid, en el número 3 de la calle de Alfonso XII, pegado al Parque de El Retiro. Se fundó a finales del siglo XVIII por iniciativa de Carlos III para la investigación de la astronomía y de las ciencias de la tierra: física solar y estelar, mecánica celeste, desarrollo de instrumentación, conservación oficial de la hora, aplicaciones en geodesia y cartografía, geomagnetismo, sismología y meteorología. Se puede visitar y cuenta con piezas muy interesantes como el telescopio de Herschel y un péndulo de Foucault. Nuestras estaciones más cercanas son Estación del Arte y Atocha Renfe, en L1.
¡Y hasta aquí hemos llegado! Madrid tiene muchos más tesoros ocultos y lugares insólitos a los que puedes llegar en metro, pero los reservamos para otra ocasión. ¡Hasta la próxima!